I Julio de 2020 I
El COVID-19 además de cambiar nuestra cotidianidad de un día para otro, también ha afectado y esta afectando de manera notable al mundo empresarial, según estamos oyendo en los medios de comunicación. No obstante, no sabemos cuáles son sus efectos en la comarca de Lea-Artibai. Por ello, hemos tenido una pequeña charla con Mikel Martínez, Director General de la empresa Burdinola.
Previo al COVID-19, ¿Cuál era la situación de Burdinola? ¿Cuál ha sido su evolución en los últimos 5 años?
La verdad es que la situación de Burdinola era muy buena, además estábamos teniendo una progresión espectacular. Los últimos años hemos crecido a un ritmo de 2 dígitos, y en 2019 el crecimiento fue de un 68%. Si nuestro liderazgo en los principales mercados objetivo ya era manifiesto, el año pasado fue todavía mayor. De hecho, nuestra competencia es principalmente alemana, competimos con ellos en calidad, y en España facturamos aproximadamente 3 veces más que ellos. Además del mercado nacional, en los mercados internacionales la evolución también ha sido muy buena.
Efectos del COVID-19: ¿Cómo ha influido el COVID-19 en el sector de Desarrollo e Instalaciones de Laboratorio? ¿y exactamente en Burdinola?
Debido al COVID-19, quitando los sectores muy específicos como, por ejemplo, la alimentación (aunque en el canal HORECA –HOteles, REstaurantes y CAfeterías– también ha repercutido) o fabricación de mascarillas, la actividad se ha parado por completo, y a nivel de inversiones el parón ha sido aún más significativo. En un negocio como el nuestro, en el que participamos en toda la cadena de valor (con montaje en destino incluido), los efectos de la pandemia han sido notorios. Incluso en las fechas actuales las empresas están poniendo en duda algunas inversiones ya aprobadas. En consecuencia, hay muchos competidores que están sufriendo tanto que incluso el más antiguo del sector ha tenido que cerrar. Sin embargo, queremos ser positivos y esperamos que los últimos meses del año sean buenos gracias al trabajo realizado previamente.
¿Qué previsiones tenéis de cara al 2021? ¿Veis al sector reforzado o dar la vuelta a esta situación será una ardua tarea?
Las previsiones no son muy alentadoras, en general, salvo clientes vinculados a la industria farmacéutica, la inversión en nuestro sector va a ser menor, y en cuanto a las inversiones públicas también creo que disminuirán considerablemente. No obstante, las previsiones de Burdinola no son pesimistas para nada. La tendencia que llevamos y los niveles de apuesta que realizamos son cada vez mayores. Las empresas no quieren arriesgar y prefieren asegurar con el líder del mercado, tanto por calidad de proyecto y producto como por solvencia, que en nuestro caso es muy buena. Esperemos que el hecho de que nuestros laboratorios sean los más seguros y eficientes sea, hoy más que nunca, el principal factor de decisión.
¿Cuáles serán los principales retos de Burdinola a corto-medio plazo?
El plan estratégico 2020-2023 que aprobamos a finales de 2019, contempla unas líneas muy claras en las que la innovación y la internacionalización son las bases. Asimismo, estamos preparando el lanzamiento de nuevos productos que son innovaciones mundiales. El COVID-19 no ha hecho sino agudizar nuestro ingenio, y tenemos muchas ideas para seguir siendo referentes en nuestros países clave, y a nivel mundial. Estamos muy ilusionados, y con el equipo humano que tenemos confiamos en alcanzar nuestros retos.